Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta son los colores que decoran el cielo en forma de arco cuando aparecen los primeros rayos del sol al alejarse la lluvia. Son colores que, dicho así, parecen puros e independientes, pero que en realidad están llenos de matices. Decantarse por uno u otro no resulta fácil, sobre todo en determinados contextos.
Una de estas situaciones en las que puede ser complicado decidirse por un color es al elegir la tapicería de un sofá con cheslong. Pensar que le siente bien a este mueble con tanta personalidad y que además se pueda combinar con el resto de la decoración son las cavilaciones que nos pueden surgir llegado este momento.
Para tratar de ayudar algo, o quién sabe si confundir un poco más, vamos a detenernos en cuatro colores diferentes entre sí y enumeraremos los pros y los contras de cada uno de ellos.
Blanco: ligero y luminoso
Una cheslong es un mueble voluminoso que se puede aligerar tapizándolo de color blanco. De esta manera disminuye el peso visual y gana luminosidad, por lo que es muy recomendable en habitaciones de menores dimensiones.
A favor del blanco diremos que va con todo, ya que combina muy bien con cualquier estilo decorativo y con todos los materiales. Además transmite tranquilidad y mayor sensación de espacio, haciendo que nos sintamos más cómodos alrededor suyo
En cambio se le acusa de ser poco práctico porque atrae la suciedad y enseguida muestra los roces. La solución está en elegir un tejido resistente y con textura, mezcla de algodón y poliéster, que se pueda desenfundar para lavarlo fácilmente.
Hay muchas tonalidades de blanco diferentes que van del blanco puro al blanco roto. Para acertar, basta con dejarse llevar por la intuición.
Rojo: cálido y llamativo
Una cheslong de color rojo adquiere todo el protagonismo de la habitación, por lo que no hay que reparar en otorgárselo con decisión. Es un sofá atrevido que refleja la personalidad de los miembros de ese hogar.
A favor del rojo está el que él solo marca el estilo y todo gira alrededor suyo. Se puede optar por una decoración minimalista si se apoya en una pared blanca o por un ambiente cálido y con algo más de vida si se combina con un color beige, gris claro o arena.
En contra tiene que puede cansar con el tiempo, pero esto se evita reduciendo la paleta de colores. No hace falta renunciar a otros tonos, lo que conviene es no abusar de ellos.
Las variedades tonales del rojo son numerosas y muy diversas: rojo fresa, cereza, bermellón, granate, burdeos… Encontrar la que mejor se ajuste a tu gusto no tiene por qué ser complicado.
Azul: elegante y distinguido
Una cheslong de color azul se adapta a gran variedad de ambientes y aporta una nota de elegancia indiscutible.
A favor del azul hay que señalar que es un comodín que se puede emplear en casi todos los estilos, ya que queda muy bien delante de una pared blanca y sobre suelo de madera, del mismo modo que le sienta bien apoyarse en tonos ocres o marrones para ganar calidez, o recurrir a grises y vestirse de estilo nórdico.
Para los amantes de lo clásico es un hándicap, aunque recurriendo a estampados de distintos azules o combinados con dorados, también se puede adaptar a ese ambiente.
Las variedades de azul son muchas y se basan sobre todo en la intensidad. A medida que se va aclarando, admite mejor la compañía de otros colores más alegres como el amarillo, mostaza, anaranjado o multicolor.
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Verde: alegre y vital
El verde es el símbolo de la esperanza y el color de la naturaleza, por eso en torno a una cheslong de este color se respira una atmósfera tranquila.
A favor del verde subrayaremos que dispone de un abanico tan grande de tonalidades que es difícil no encontrar una que nos guste y, lo que es más importante, encontrar colores que combinen bien con él, desde los más atrevidos a los más discretos.
Hay quien dice que resulta difícil de combinar, pero esto no supone más que un reto para quien se atreve con un sofá que transmite un aire rupturista, reflejo seguramente de su propio carácter.
Verde pistacho, manzana, lima, esmeralda, oliva, prado… y así muchos más, con una nota común a todos ellos, que aportan brillo y viveza al ambiente.
Otro día nos detendremos en más colores que se pueden elegir para un sofá con cheslong. Si quieres puedes proponernos el que a ti te interesa o contarnos tu propia experiencia.