El sillón levantapersonas se ajusta a la nueva realidad social

22/09/2016 | Noticias

Que la sociedad es cada vez más longeva es una realidad que ya no sorprende a nadie, y esto se debe principalmente a dos motivos: que la esperanza de vida ha crecido en el último siglo de manera significativa y que, simultáneamente, la natalidad ha disminuido notablemente en las últimas décadas.

Esta realidad, como no podía ser de otra manera, tiene una serie de efectos que influyen en todos los ámbitos de la vida, no solo en el personal, sino también en el familiar, en el social, en el laboral, en el de la salud, en el económico, en el urbanístico, en el doméstico, etcétera, etcétera.

El hogar, núcleo de la vida personal y familiar

Deteniéndonos en el último de los ámbitos que hemos señalado, el doméstico, algo que tampoco causa sorpresa es saber que el número de hogares en los que viven personas mayores (solas o en compañía de otro mayor, generalmente su cónyuge) ha aumentado progresivamente hasta llegar a cifras muy altas.

Ancianos

Tanto como que hoy en día, en España, son más de un millón y medio de personas mayores de 65 años las que viven solas, y eso que en los años de crisis las cifras se han detenido e incluso reducido.

Tradicionalmente, las personas se han agrupado en torno al ámbito familiar y cuando las siguientes generaciones formaban nuevos núcleos los mayores se unían a ellos.

Durante el siglo XX esta costumbre fue cambiando poco a poco, sobre todo en la sociedad occidental, y los mayores, que cada vez tenían mayor calidad de vida y disponían de más recursos, optaban por permanecer en su hogar.

Así las cosas, en la actualidad, las personas mayores valoran su autonomía y prefieren vivir solas o con su cónyuge antes que irse con la familia. Por ello, siempre que pueden, se rodean de un entorno seguro y confortable para disfrutar de su independencia con la mayor calidad de vida posible.

Edificios con ascensor, viviendas con calefacción, electrodomésticos o mobiliario adaptado son condiciones de vida generalizadas, aunque no hay que olvidar que no llegan a todos y conseguirlo debe ser un objetivo prioritario de la sociedad del bienestar.

Mobiliario adaptado: el sillón levantapersonas

En muchos hogares en los que viven personas mayores se puede comprobar que han realizado reformas o pequeñas soluciones para mejorar su calidad de vida.

Sillón levantapersonas para inválidos

Así las cosas, no es raro ver que la bañera se ha sustituido por una ducha con asa, que el pasillo cuenta con una barandilla, que el menaje está colocado en los muebles bajos, que algunos aparatos se manejan con mando a distancia o que han incorporado muebles adaptados como el sillón levantapersonas.

El sillón levantapersonas que se ve cada vez en más hogares y residencias de mayores es un sillón individual como el de toda la vida, pero con una característica muy especial.

Y es que debajo del asiento incorpora un pequeño motor que al accionarlo eleva el sillón por la parte de atrás y lo detiene en posición inclinada, lo que permite a la persona que se va a levantar que apenas realice esfuerzo y, lo que es más importante para ella, que no dependa de otra persona para levantarse.

Este sillón levantapersonas es un ejemplo de mueble tradicional que ha evolucionado para mejorar las condiciones de vida de las personas, sobre todo si tienen dificultada para moverse.